Adolfo Maury Cabrera ha sido elegido recientemente como Rey Momo del Carnaval de Barranquilla 2026, en un momento emblemático que acompaña el sesquicentenario del Congo Grande, la danza más antigua de la fiesta folclórica más reconocida de nuestro país.
Con 55 años y heredero de una línea de herederos culturales desde 1875 —cuando su abuelo Ventura Cabrera fundó la agrupación— Maury simboliza la cuarta generación al frente del Congo Grande. Bajo su dirección, la danza ha conseguido 17 Congos de Oro y el Premio Aporte a la Tradición de la Secretaría de Cultura. También fundó el “Semillero Infantil Nueva Generación” para transmitir el legado a los más pequeños.
La danza del Congo Grande es una expresión de la resistencia cultural afrodescendiente: su origen encarna la evocación de tribus guerreras africanas y desde 1875 representa un patrimonio vivo de la costa Caribe. Se conforma por clanes familiares que atraviesan los siglos, con un historial que en sus tiempos incluía disputas simbólicas entre barrios como Abajo y Arriba, hoy reemplazadas por celebraciones alegres y llenas de ritmo.
La corporación familiar —que ha pasado por generaciones como Manuel Efro, Gilberto Altamar, Ventura Cabrera, Gloria Cabrera, Álvaro Altamar Cabrera y ahora Adolfo Maury— ha mantenido viva una manifestación cultural clave del Carnaval barranquillero. Actualmente, el grupo cuenta con más de 140 miembros, desde adultos mayores hasta niños muy pequeños, quienes participan en ceremonias de “bautizo” simbólico dentro de la danza.
Como figura de autoridad cultural y ahora Rey Momo, Maury combinó su trayectoria con su formación como técnico en mantenimiento industrial y su pasión por la percusión, para proyectar con fuerza el Congo Grande a nivel local e internacional. Su nombramiento simboliza no solo su rol artístico, sino el reconocimiento de una dinastía comprometida con la autenticidad y la continuidad de una tradición que ha superado casi 150 años.